Descripción enviada por el equipo del proyecto. Casa es Carnatge es una vivienda unifamiliar emplazada frente a las canteras abandonadas de Son Mosson en la Bahía de Palma, de las que extrae su materialidad y lógica formal. Mediante una doble piel pétrea esta casa abstrae su habitar de la contaminación acústica del Aeropuerto vecino y busca en el marés una manera propia de ser y estar.
La parcela queda delimitada por viviendas adosadas de 2 o 3 plantas sin alma ni raíces, un cajón de sastre fruto del boom turístico de los años 60. Esta amnesia cultural circundante nos permitió plantear la vivienda como catálisis histórica del entorno: dunas del pleistoceno superior, canteras de marés, bunkers militares, área de afectación del aeropuerto de Son Sant Joan y actualmente Área Natural de Especial Interés de la Bahía de Palma.
La casa se genera a partir de 2 cuerpos macizos e introspectivos unidos mediante un porche flexible y diáfano, una estrategia medioambiental que establece un itinerario acústico que va desde el hermetismo absoluto en los dormitorios, la transición acústica entre interior y exterior del salón – comedor, hasta el protagonismo indiscutible que acontece en la plataforma de la barbacoa desde donde el despegue de los aviones se convierte en motivo de celebración sensorial.
El primer cuerpo contiene los servicios que ofrece la vivienda: garaje, cuarto de máquinas, lavadero, cocina y zona de invitados compuesta por habitación doble y baño. El segundo cuerpo organiza el corazón de la misma, los 3 dormitorios y dos baños de sus habitantes presentes y futuros.
Entre los dos cuerpos una losa de hormigón dibuja el espacio común y más flexible de la casa: el salón + comedor, equipado con una serie de pieles que permiten manipular los límites entre el interior y el exterior: desde el total aislamiento (persianas + vidrieras + cortinas) hasta la inmersión recíproca del interior en el exterior.
El planteamiento constructivo de la Casa es Carnatge busca la esencialidad, reduciendo el número de materiales intervinientes en la ecuación y buscando el estado de máxima expresividad en cada uno de ellos, de tal modo que la austeridad matérica redunde en riqueza formal.